Hace muchos años, cuando la jirafa tenía el cuello corto, un día se le perdió su hija Korín. Mamá jirafa estaba tan desesperada que fue y le pidió ayuda al elefante:
- ¡Elefante, elefante! ¿puedes ayudarme a encontrar a mi hija Korín?, ¡tu que estás tan alto!
- No puedo señora Manú, tengo que ir a bañarme.
Manú lloraba y lloraba, no sabía hacia donde ir a buscar a Korín, de pronto tuvo una idea: "Le pediré ayuda al águila". Caminó hacia el nido de las águilas y le gritó:
-Señora águila, señora águila, ¿me puede ayudar a encontrar a mi hija Korín? usted que vuela tan alto y que tiene una extraordinaria vista.
- Lo siento señora Manú, pero tengo que ir a comer, adiós.
- Y ahora ¿qué voy a hacer? Mi pequeña Korín está perdida.
Entonces, en ese momento apareció una nube brillante y una suave voz le dijo:
-Manú, estira tu cuello y podrás ver a tu hija Korín.
Así lo hizo y efectivamente vio a su pequeña jirafa corriendo y jugando. Y fue por ella. Fue tanto su agradecimiento, que cada vez que un animal pierde a su cría, ahí está la jirafa ayudando con su largo cuello.
- ¡Elefante, elefante! ¿puedes ayudarme a encontrar a mi hija Korín?, ¡tu que estás tan alto!
- No puedo señora Manú, tengo que ir a bañarme.
Manú lloraba y lloraba, no sabía hacia donde ir a buscar a Korín, de pronto tuvo una idea: "Le pediré ayuda al águila". Caminó hacia el nido de las águilas y le gritó:
-Señora águila, señora águila, ¿me puede ayudar a encontrar a mi hija Korín? usted que vuela tan alto y que tiene una extraordinaria vista.
- Lo siento señora Manú, pero tengo que ir a comer, adiós.
- Y ahora ¿qué voy a hacer? Mi pequeña Korín está perdida.
Entonces, en ese momento apareció una nube brillante y una suave voz le dijo:
-Manú, estira tu cuello y podrás ver a tu hija Korín.
Así lo hizo y efectivamente vio a su pequeña jirafa corriendo y jugando. Y fue por ella. Fue tanto su agradecimiento, que cada vez que un animal pierde a su cría, ahí está la jirafa ayudando con su largo cuello.
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